En esta entrada os quiero hablar del Geocaching, una actividad al aire libre divertida, emocionante y sobretodo, educativa. Una experiencia familiar en la que debemos buscar pequeños contenedores (geocachés) que se encuentran escondidos por todo el mundo. Una actividad al aire libre en la que hay que utilizar dispositivos con posicionamiento GPS que, para los alumnos, constituye un aliciente extra.
¿Te animas a explorar?
Es un juego de búsqueda de contenedores (geocachés o cachés) al aire libre. Se utilizan dispositivos móviles con posicionamiento GPS. Los participantes se dirigen a unas coordenadas GPS en concreto, y entonces tratan de encontrar el contenedor oculto en esa ubicación. Algunas veces, encontraremos pequeños objetos dentro de los contenedores que podremos cambiar, si queremos, por otro nuestro.
Es común que los geocachers (las personas que esconden los contenedores) los hagan en lugares que les son importantes, mostrando o bien un interés especial por ellos, o por alguna persona que allí se recuerda, por ejemplo, en la plaza de algún pueblo, cerca de la estatua de algún personaje histórico. Estos lugares pueden ser muy diversos. Pueden estar en un parque local, al final de una larga caminata, bajo el agua o en una calle de la ciudad. Es por ello que, al leer sobre el geocaché aprenderemos sobre los lugares que visitamos, ampliando sustancialmente la experiencia del mismo, sobre todo en los más peques.
¿Qué es el Geocaching?
Es común que los geocachers (las personas que esconden los contenedores) los hagan en lugares que les son importantes, mostrando o bien un interés especial por ellos, o por alguna persona que allí se recuerda, por ejemplo, en la plaza de algún pueblo, cerca de la estatua de algún personaje histórico. Estos lugares pueden ser muy diversos. Pueden estar en un parque local, al final de una larga caminata, bajo el agua o en una calle de la ciudad. Es por ello que, al leer sobre el geocaché aprenderemos sobre los lugares que visitamos, ampliando sustancialmente la experiencia del mismo, sobre todo en los más peques.
La manera más simple es la de usar un dispositivo GPS como puede ser nuestro smartphone o tablet (aunque necesitaremos conexión a internet para actualizar los mapas). Aseguraros de tener las baterías bien cargadas para que el juego no se acabe antes de tiempo. También se puede hacer usando la web www.geocaching.com apuntando las coordenadas GPS y con una brújula y un mapa crear una búsqueda a la vieja usanza (para realizar actividades educativas es una opción muy atractiva).
Por supuesto, es más que recomendable tener la precaución de llevar un boli o lápiz para firmar en el libro de firmas del contenedor (aunque muchas veces hay algún lápiz en el contenedor) y, opcionalmente, si vamos a querer substituir el objeto por otro (siempre de igual o mayor valor) deberemos llevarlo con nosotros.
Existen dos modalidades, gratuita y de pago, pero con la modalidad básica (gratuita) tendremos de sobra para divertirnos y empezar a buscar cachés.
3.- Una vez estemos en la ubicación, todo dependerá del ingenio del Geocacher para encontrar el contenedor, ya que puede estar mimetizado con el terreno y sea más o menos difícil verlo. Por eso es importante leer las pistas que nos dejan en la aplicación. Normalmente va a tratarse de pequeños botes estancos que pueden ser mini, medio o grande, y que contendrá un libro de firmas para atestiguar que lo hemos encontrado.
También podemos encontrar objetos que podemos llevarnos si dejamos a cambio algo del mismo o mayor valor y también existen otros tipos de contenedores muy divertidos para los peques, como los contenedores enigmáticos, donde al localizar las coordenadas nos propondrán un acertijo, misterio, etc. que tendremos que resolver para encontrar la verdadera ubicación del contenedor. Por último, existe otra modalidad de contenedores de localización múltiple, que evocan a los tradicionales juegos de pistas, en estos, iremos encontrando varios lugares que a su vez nos indicaran la siguiente localización a buscar y así hasta encontrar el contenedor final.
Pues salir a explorar y empezar a disfrutar de este juego divertidísimo que os animo a practicar y que además tiene muchísimos beneficios a nivel educativo para los peques, como, por ejemplo:
Ciencias Naturales: Fomenta el conocimiento del medio natural y conocer miles de sitios nuevos llenos de belleza.
Ciencias Socials: Permite trabajar la orientación geográfica, así como la historia de las ciudades y los lugares que visitamos de una forma amena y divertida.
Educación Física: Nos anima a hacer deporte; conocer sitios nuevos, huir de la rutina, es apto para todas las edades y fomenta el trabajo en equipo, en familia.
Valores: Nos anima a respetar aquello que encontramos, a compartir nuestros propios objetos cambiándolos por otros.
En fin, es una oportunidad de diversión familiar y educativa al alcance de todos.